Axarquía, una tierra de guerras y leyendas

La Axarquía no siempre ha sido una tierra agradable para los visitantes; de hecho, sólo ha sido una región segura para los turistas durante las últimas décadas.

De hecho, a menudo se ha considerado una de las zonas más inhóspitas de España. Conocida durante mucho tiempo como un refugio para bandoleros (bandidos que se aprovechaban de los comerciantes que transportaban mercancías a Granada), también era una ruta para los contrabandistas que traían productos a España desde África. Tal era su naturaleza volátil (la costa era atacada frecuentemente por los piratas de Berbería), que los habitantes de la zona construyeron aldeas fortificadas, con torres de vigilancia en las colinas del interior.

La región está completamente inmersa en una historia dramática de rebelión, resistencia y renacimiento. La evidencia está por todas partes: iglesias construidas sobre mezquitas, calles con nombres de revolucionarios, posadas dedicadas a bandoleros… Por otro lado, los campos de batalla minan la zona, y fue aquí, en Comares y Frigiliana, donde se libraron algunas de las últimas batallas entre moros y cristianos durante la Reconquista cristiana.

Más tarde se convirtió en un semillero del republicanismo, y después de la Guerra Civil, a fines de la década de 1930, se convirtió en una de las rutas de escape y escondites clave para los soldados de izquierdas. Desde aquí lanzaron frecuentes ataques guerrilleros contra el ejército victorioso de Franco, y no fueron derrotados oficialmente hasta mediados de la década de 1950. Su líder era un personaje carismático y despiadado llamado El Roberto, y las leyendas sobre él y su banda aún circulan hoy por los pueblos de la Axarquía.

Diseccionada por profundos barrancos y atravesada por arroyos, es fácil ver por qué fue un área tan difícil de pacificar. El patrón confuso de colinas llenas de baches significa que los viajes que parecen pequeños en un mapa pueden tomar horas, y generalmente lo hacen. Pero eso es gran parte del encanto de la Axarquía, un pasaje bucólico de pueblos encalados, y debido a un microclima fabuloso, plantaciones que incluyen, a diferencia de cualquier otro lugar de Europa, mangos, aguacates y plátanos.

Primera habitada por los fenicios, que plantaron acres de vides, y más tarde por los romanos, no fue hasta la época de los moros, sin embargo, que la región comenzó a prosperar realmente. Parte del reino de Granada, se levantaron grandes ciudades fortificadas y palacios, y fue aquí donde los musulmanes hicieron algunos de sus últimos suspiros colectivos, antes de ser vencidos en la Reconquista, de regreso a Marruecos.

Ciertamente, hay mucha evidencia de su civilización, particularmente en la principal ciudad comercial, Vélez-Málaga, y en el corazón de Comares, donde en la claustrofóbica calle del Perdón, treinta familias de moros salvaron la vida después de convertirse públicamente al catolicismo.

Temporada alta en las playas de Málaga

Tras la finalización del estado de alarma, y gracias al ritmo de vacunación, parece que este verano de 2021 sí que va a ser más o menos como los que se producen normalmente en relación al turismo vacacional. Claro, aún notaremos algunas diferencias, como que la temporada alta comenzara a mediados de mayo, cuando por lo general hay años en que ya se consideran así las vacaciones de Semana Santa; también todavía hay que mantener las medidas de seguridad, con lo que seguramente no se podrá completar el aforo al cien por cien como en años anteriores. Pero, en líneas general, se reactiva todo el sector; y esto, en una provincia como Málaga, que tiene playa y sierra, es algo primordial para su economía.

Los primeros que van a disfrutar de esta recién renacida temporada de verano, van a ser los mayores apuntados a los viajes del IMSERSO. Desde que este organismo se creo hace tantos años, los viajes que organiza cada año se habían convertido en el primer viaje turístico que hacían muchos de estos jubilados y jubiladas, la gran mayoría de ellos de clase baja-media. Fue un gran cambio para todos ellos, pues generaciones anteriores de abuelos y abuelas no tenían ese lujo, y terminada su vida activa como trabajadores, se enclaustraban en casa, encontrando pocas actividades fuera de su entorno familiar que los hiciera útiles o que los hiciera sentirse realizados. Por primera vez, disfrutar de un viaje a la playa sin tener que pensar en horarios laborales, responsabilidades familiares o ajustes de presupuestos, fue para muchos como un sueño, realizado antes de que empezaran a sufrir los estragos de la edad.

Ah, pero ahora las cosas han cambiado mucho, porque la jubilación ya no convierte a estas personas en viejos, como solía suceder antaño. De hecho, tanto es así, que considerar tercera edad a partir de los 65 años está obsoleto, como se demuestra día a día cuando nos encontramos con gente que ya está en esa edad. Una sesentona es todavía en estos días una mujer activa, independiente y para nada dispuesta a aceptar el rol de una abuela que se queda en casa haciendo calceta u horneando galletas esperando una visita de sus hijos y nietos. No, ahora estas señoras maduras van a gimnasios, quedan a comer con amigas, y participan en las actividades familiares con el mismo, o incluso más, entusiasmo que los participantes más jóvenes, organizando comilonas, fiestas y viajes con total entusiasmo. Por supuesto, están al día en las novedades tecnológicas dentro de sus posibilidades, y usan internet y las redes sociales con total soltura y eficacia. ¿Cómo considerar a estas mujeres unas viejas, cuando pareciera que están viviendo una segunda juventud?

Las turistas de edad madura se están convirtiendo en toda una atracción por ellas mismas, tengo que decir también. Cuando uno ve a estas turistas jubiladas disfrutando de sus viajes, no puede dejar de pensar en maduras cachondas, porque esa es la impresión que dan cuando gozan y se divierten como locas. Muchas se apuntan al turismo en solitario, porque sus maridos no quieren viajar, o porque son viudas, o porque no han tenido la oportunidad de tener pareja y han vivido su vida adulta en solitario felices y satisfechas. Y también son muchas las que aprovechan las vacaciones para echar una cana al aire, tal y como podemos ver en los videos porno online: en ellos, mujeres mayores y morbosas se tiran a monitores de excursiones, camareros de hoteles y hombres desconocidos que viven en las poblaciones que visitan. Y me congratula decir que estas situaciones hipotéticas no se diferencias tanto de la realidad.

Así que espero que los vecinos de Vélez- Málaga estén preparados para estas turistas sesentonas que seguro que vienen a dar muchas guerra…